Una de las cosas que más gustó
para mis baby shower fue la mesa que se les ofreció a las invitadas con
postrecitos como bienvenida.
Una de las cosas buenas que he
aprendido desde que me interesé por el tema de organización de actividades es
que es un detalle muy lindo el agradecer a los asistentes su presencia. En
estos tiempos tan cargados de este tipo de actividades sociales y laborales no
es fácil reunir un grupo de gente dispuesta a acompañarte, pagar la cuota, la
gasolina, sacar el tiempo y comprarte un regalo.
De verdad uno agradece que los
que te acompañen reúnan todas estas
condiciones y estén ahí, lo menos que podés hacer por ellas o ellos es tener un
buen gesto para con ellos, aunque sea un simple detalle.
Montamos una mesa decorada con
cuatro tipos de dulces; un mini cupcake relleno de fresa, un brownie,
barquillos rellenos de chocolate y unos chocolates a los cuales yo les hice la
etiqueta. Todos deliciosos.
A pesar de que he visto fotos de
estas mesas llenísimas de confites, postres, chocolates, quequitos, etc. No
quería tener un exceso de cosas en mi mesa por que la cantidad de invitadas no
era tanta, y además una mesa así es como para fiestas grandes, y pues el costo
es más elevado.
Lo importante para que además la
mesa no se vea fea o muy vacía es la forma en cómo presentás estos aperitivos. Para
esto se pueden usar platones en diferentes alturas o formas, ojalá grandes para
que llenen el espacio, pero no tan grandes para que hagan que el contenido se
vea poco.
Una idea moderna y sencilla que
podrá un detalle lindo a la actividad.
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