miércoles, 5 de octubre de 2016

El poder de ayudar DE UNA SOLA PERSONA


Desde hace algún tiempo que me he comprometido con causas sociales, sobre todo en navidad. 
Con un grupo de casi desconocidos fundamos Sonríeme y ya son 6 años que tenemos de ayudar a comunidades que ni nosotros mismos sabíamos que existían. 

Uno de mis amigos decidió ayudar a un hogacito de niños abandonados. Lo sorprendente de esto fue que al estar cerca su cumpleaños le pidió a sus amigos de Facebook que le ayudaran con una donación. Así simplemente. Sin dar explicaciones de nada, solo pidió ayuda. 

Muchas veces pensamos que uno solo no es capaz de mover masas, de lograr cosas. Pero no siempre somos tan débiles, tan incapaces. Tenemos las armas, solo que no las usamos. 

Un mes le bastó a mi amigo para recoger más de cuatrocientos mil colones, ¡sí, cuatrocientos mil! Ni yo misma le creí cuando me lo contó. 

Llevada por ese sentimiento de alegría y gratitud me sumé a su esfuerzo y me fui con él al supermercado a llenar el carrito. ¡Y no se llenó una vez sino dos veces! Nunca un dinero alcanza más que cuando es para beneficiencia. 

Al día siguiente nos fuimos con el carro lleno de cosas: leche líquida descremada y deslactosada. Cereales tipo nestum para los bebés y "normales" para los más grandes, sal, azúcar, arroz, galletas dulces de varios tipos, galletas soda, harina de maíz y de trigo, aceite, papel higiénico, toallas húmedas, jugos, yogurt, leche en polvo (nido, pinito, crece), pañales, jabón líquido, jabón de baño, jabón para ropa y platos, esponjas, insecticida, café, dulce de tapa en polvo, chocolate, refrescos variados en polvo, jugos, salsa de tomate, crema pañalito, pan cuadrado, dulces, atunes, puré en hojuelas, pasta dental y colados.

Yo iba con Sara y con mi esposo, ellos me acompañan en estas aventuras. Y como siempre, fue realmente gratificante. Solo que esta vez Sara vivió con más avidez la realidad de los niños que "no tienen papá ni mamá". Aunque esos niños se encontraban en condiciones bastante buenas, todos tenían peso y talla correctos para sus edades. 

La diferencia está en sus ojos, todos los niños y adolescentes que he visitado a lo largo de estos años tienen los ojos opacos, sin brillo, sin esa vivacidad que tienen los ojos de mi hija o de los niños que viven con sus padres. 




¿Tan importante es el amor para los seres humanos? Tanto es de importante el amor para nuestras vidas que ni siquiera tenemos la más remota idea. Esos niños no merecen estar ahí, no tienen culpa de ello. 


Hoy quisiera anotar acá en mi cuaderno rosa que una sola persona es capaz de moverse por otros, de lograr un objetivo por un bien social. Y también arrastrar a otros a seguirlo. 

¿Qué tal si vos lo hacés?


           




No hay comentarios:

Publicar un comentario