Hola!
Dos amigas me pasaron esta info con la intensión de que lo aplique con mi hija, pensé en compartirlo en este blog ya que son dos técnicas de las que vale la pena poner atención y conocer un poco acerca de ellas.
Yo personalmente tengo ganas de experimentar con ambas, el que necesite más info me avisa y le hago el contacto.
Los beneficios del masaje infantil.
Cortesía de la Dra. Maricruz Coto Chotto.
Los beneficios del masaje infantil son de tipo físico
y psicológico. Estos beneficios ocurren tanto en bebés con desarrollo normal
como en bebés con necesidades especiales. El masaje también tiene efectos
benéficos para los padres biológicos, adoptivos, adolescentes y así como para
las madres que sufren depresión post parto.
Los beneficios para los padres y el bebé se agrupan en
las siguientes categorías:
1-Estimulación: el masaje nos brinda estimulación de todos los
sistemas corporales por ejemplo:
Sistema circulatorio: estimula la circulación de la sangre hacia los órganos internos del cuerpo, así como hacia los brazos y las piernas.
Sistema digestivo: estimula un mejor funcionamiento del estómago y los intestinos al facilitar el proceso de digestión de los alimentos y eliminación de las heces.
Sistema inmunológico: estimula un mejor funcionamiento de este sistema.
Sistema respiratorio: el masaje puede ayudar a disminuir la congestión del pecho y los pulmones al movilizar y eliminar las secreciones.
Sistema circulatorio: estimula la circulación de la sangre hacia los órganos internos del cuerpo, así como hacia los brazos y las piernas.
Sistema digestivo: estimula un mejor funcionamiento del estómago y los intestinos al facilitar el proceso de digestión de los alimentos y eliminación de las heces.
Sistema inmunológico: estimula un mejor funcionamiento de este sistema.
Sistema respiratorio: el masaje puede ayudar a disminuir la congestión del pecho y los pulmones al movilizar y eliminar las secreciones.
También ayuda a estimular el desarrollo del lenguaje,
la capacidad de aprendizaje del bebé y la integración sensorial mejorando la
comunicación entre las diferentes áreas del cerebro.
2-Relajación: ayuda a liberar la tensión física y emocional al
disminuir la producción de las hormonas relacionadas con el estrés y mejora la
calidad del sueño. El sueño también se ve favorecido con la aplicación regular
del masaje debido a que se estimula la liberación de sustancias hormonales en
el cerebro como la oxitocina y melatonina, que ayudan a que el bebé duerma más
y mejor logrando alcanzar estados profundos de sueño que son de gran beneficio
para la salud. Además, la madre y el bebé pueden llegar a establecer una mejor
armonía en sus ciclos de sueño lo que será muy beneficioso para ambos.
3-Alivio: Puede tonificar el área digestiva facilitando la
eliminación, por lo que se pueden reducir algunos malestares como los
producidos por el cólico del lactante, el estreñimiento y el reflujo. Disminuye
los estados de llanto del bebé que sean producidos por el dolor físico o el
dolor emocional. El dolor emocional puede ser originado por un embarazo o parto
difícil, por procedimientos médicos cuando el bebé se encuentra hospitalizado,
o por diversas situaciones que pueden lastimar emocionalmente a un bebé. En
niños mayores puede ayudar a aliviar los dolores del crecimiento.
4-Interacción y Fortalecimiento del
vinculo: Una de las
formas más eficientes para establecer la comunicación con el recién nacido es a
través del sentido del tacto, mediante el contacto de piel con piel. El
contacto físico es necesario para la supervivencia, para desarrollar conductas
amigables y para tolerar el contacto con otros seres.
Por medio del masaje se estimula el sistema nervioso
central y los sentidos de la vista y el oído ya que la madre o el padre
realizan el masaje y establecen un contacto visual con su bebé y por naturaleza
le hablan en tonos agudos, que son mejor sintonizados por el oído infantil.
Además, se aumentan los sentimientos de amor y cercanía por su infante al estar
en contacto cercano, ya que el cuerpo de los padres liberan sustancias que
promueven sentimientos y sensaciones relacionadas con el afecto. Al mismo
tiempo, el bebé se sentirá seguro al prolongar el contacto con ellos después del
nacimiento. Todos estos aspectos contribuyen al desarrollo y fortalecimiento
del vínculo, el cual es un proceso continuo de interacción mutua que se puede
nutrir por medio del contacto táctil, visual y del sonido de la voz de los
padres.
Estos vínculos de amor y confianza acompañarán al
infante durante todas las etapas de su vida permitiéndole desarrollar valores
positivos y relaciones armoniosas con los demás. El masaje se podrá seguir
aplicando cuando el niño crece y se convertirá en una forma de comunicación
eficiente entre los padres y sus hijos.
Más beneficios
A través del tiempo se han venido realizando estudios
científicos sobre los efectos del masaje para infantes en los cuales se han
obtenido resultados muy positivos, como es el caso de los bebés con necesidades
especiales, entre ellos los recién nacidos prematuros, bebés expuestos a
drogas, al virus del SIDA y otros. Se ha observado que estos niños pueden ganar
peso más rápidamente, mejorar la capacidad de auto-organización y obtener
alivio de ciertos malestares físicos. También, la estadía en los centros
hospitalarios es más corta y muestran un mejor desempeño en las escalas de
evaluación del desarrollo cuando reciben masaje regularmente.
Educando para la vida a través de la música.
Cristina
Pérez Ibarra crisperez11@hotmail.com
La Nación 09/10/2012
¿Cuántas
veces como padres nos preguntamos si estamos haciendo lo correcto con nuestros
hijos e hijas? ¿Les estaremos dedicando suficiente calidad de tiempo? ¿Les
estaremos dando las herramientas necesarias para sobrellevar exitosamente los
retos que se les presentan y presentarán en un futuro? ¿Serán la escuela y el
colegio suficientes preparadores para formar los ciudadanos del mañana? ¿En
cuántas reuniones familiares y sociales hemos conversado y comparado actitudes
que nos preocupan de nuestros hijos e hijas?
Probablemente
no existe una respuesta definitiva a este bello quehacer de ser padres, pero
con toda seguridad me atrevo a afirmar que la exposición formal a la música en
edades tempranas (de 0 a 4 años) ciertamente nos garantiza que estamos
recorriendo la ruta correcta.
Como
lenguaje universal, la música le facilita a los niños expresar emociones de una
manera sana y socialmente aceptable. Como especialista en estimulación temprana
a través de la música, he comprobado que los niños y niñas de 0 a 4 años que
reciben una lección semanal de música junto a sus padres, abuelitos o empleadas
(las cuales también son personas importantes en sus vidas) tienen la capacidad
de expresar sus emociones y necesidades de una manera clara y tranquila. Con el
tiempo dejan de hacer berrinches cuando algo les disgusta o incomoda. Aprenden
indirectamente técnicas de autocontrol y autoconsuelo, desarrollan flexibilidad
a nivel social y son anuentes y capaces de aceptar cambios. Se notan felices
durante la clase y fuera de ella. Son niños que tienen niveles de estrés y
ansiedad muy bajos.
Con
respecto al aprendizaje de la matemática, la música ha demostrado que
desarrolla “rutas” y conexiones entre los diferentes lóbulos; frontal, temporal
y occipital. Impacta positivamente en el desarrollo de la memoria,
discriminación auditiva, pensamiento lógico-matemático, razonamiento
temporo-espacial entre otras destrezas. No estoy diciendo que los niños que
asisten a clases de música son o serán “genios” matemáticos. Pero sí me consta
(hay estudios formales que lo prueban) que los infantes que han sido expuestos
a clases de música e edades tempranas tienen un terreno más fértil para
entender, desarrollar y resolver los retos de la matemática elemental.
Concentrándonos
ahora en el lenguaje, la música expone al infante a diferentes estímulos
auditivos. El bebé o el/la niño/a en pocas lecciones aprenden a reconocer sonidos
agudos o graves, ascendentes o descendentes, largos o cortos entre otros.
Destrezas que fortalecen increíblemente el desarrollo del lenguaje. Es “arar”
su cerebro para el aprendizaje de la lengua materna y, por supuesto, de otros
idiomas.
La música
tiene un impacto significativo en el área motora – sensorial. Los infantes en
la clase de música fortalecen y controlan mejor sus músculos al participar en
actividades donde se practican patrones rítmicos, seguimiento del pulso y frase
con su cuerpo. Asimismo, identifican y controlan su cuerpo y pueden relajarse y
concentrarse mejor.
Por
último, no menos importante, la música permite desarrollarse como buen ser
humano. Decía Schinichi Suzuki, educador musical y filósofo visionario: “La
enseñanza de música no es mi propósito principal. Deseo formar a buenos
ciudadanos, seres humanos nobles. Si un niño oye buena música, desde el día de
su nacimiento, y aprende a tocarla él mismo, desarrolla su sensibilidad,
disciplina y paciencia. Adquiere un corazón hermoso”.
El desarrollo de las habilidades musicales está íntimamente ligado con
el desarrollo de la nobleza interior y el fortalecimiento de los valores. El
método Suzuki incorpora a los padres de familia formando así un extraordinario
triángulo donde padres y profesores son la base para que los niños estén en la
cima de este triángulo. Los infantes fortalecen vínculos especiales con sus
padres y se engrandece la sensibilidad hacia los seres humanos y la sociedad en
sí, sorprendentemente todo esto a través de la música. Cuán provechoso sería
para nuestra sociedad actual y futura el que, de la mano de sus padres, estas
generaciones del mañana vivieran y profesaran el respeto mutuo y la empatía
hacia los demás. Niños y niñas, junto a su entorno familiar, aprenden a desarrollar
constancia y disciplina en su carrera profesional como futuros “padres de la
patria”. Como dice Eric Jensen, iluminado educador estadounidense, “La música
es un lenguaje que activa el espíritu humano, afila la mente, alimenta el
cuerpo y satisface el corazón”.
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